La piel también se acatarra: mala cara, rojeces, sensibilidad, granitos, imperfecciones, deshidratación, bolsas, ojeras y cutis apagado. Cristina Galmiche desvela los 5 secretos para borrar las huellas de “los trancazos” del rostro.
La piel también se acatarra: ¡Qué mala cara tienes!
La piel también se acatarra: normal, el catarro suele venir acompañado de tos y mucosidad, síntomas que no tienen horarios, pero que parece que les encanta entrar en escena con más ímpetu durante la noche.
¿Resultado? Dormimos a trompicones y las células de la piel, también. No realizan sus tareas reparadoras como debieran y el espejo matutino nos devuelve un rostro desolador: desvitalizado, con más arruguitas de lo habitual, congestionado. Un cuadro que requiere un chute de energía inmediato que le aporte al cutis lo que la falta de un sueño reparador le ha negado.
Cómo resetearlo
Cristina Galmiche apuesta por practicar primero una buena higiene con ayuda de la Leche Limpiadora CG (18,90€) que libera la epidermis de
las miasmas nocturnas (se debe retirar con un tisú, suavemente, sin arrastrar) y a continuación aplicar con un disco de algodón la Loción Calmante CG (18,25€), para calmar y refrescar, y a después la Loción Equilibrante CG (29,50€) que equilibre el pH (fundamental para elevar las mermadas defensas cutáneas).
Sobre la piel reconfortada, llega la hora del boosting: mezclar 4 gotas del Sérum As Germ CG (22,50€) –un poderoso elixir con efecto buena cara inmediato-, con la Crema Balance + CG (48,50€) -cuya fórmula ayuda a descongestionar y activar la circulación sanguínea, además de proteger frente la polución.
Narices perjudicadas
La piel también se acatarra: Goteo nasal, estornudos y mocos, tres síntomas catarrales que hacen del acto de sonarse la nariz un gesto repetitivo, que además de molesto, se convierte en una pesadilla para las zonas que la rodean. El roce continuo del pañuelo y los apretones liberadores, terminan por causar, inflamación, irritaciones, rojeces, pequeñas grietas e, incluso, que aparezcan granitos en las aletas de la nariz, los labios y los surcos nasogenianos.
Reparación intensa
Además de sonarse con ternura y siempre con tisús limpios, Cristina Galmiche recomienda calma y protección. De nuevo el boosting cosmético es la solución. Solo hay que combinar 4 gotas de Sérum Calm CG (36,50€) – un auténtico bálsamo para las pieles sensibilizadas- con el Sérum Protector CG (26,50€) –un gel que regenera, cicatriza y suaviza- y aplicar la mezcla sobre las áreas más perjudicadas con un pequeño masaje.
Ojos para llorar
La piel también se acatarra: El lagrimeo constante y el mal dormir son los responsables de que la mirada acatarrada se marque con bolsas, ojeras y más arruguitas oculares. ¡Una mirada de pena!
Devolverles la alegría
Además de utilizar el recurso infalible de refrescar la zona con un antifaz de gel o unas compresas refrescantes refrigeradas en la nevera, con el fin de bajar la hinchazón y la intensidad zarzamora de las ojeras, la mejor solución es utilizar un contorno de ojos, rico en vitamina E y oligoelementos, como el Contorno de Ojos CG (36 €), cuya fórmula y textura permiten utilizarlo incluso en el párpado superior, que refresca, deshincha y reafirma inmediatamente la zona tratando arrugas, bolsas, ojeras y flacidez.
Un todo en uno que aplicado con un masaje drenante es un sedante único para descongestionar los ojos acatarrados. Si se repite la operación mañana y noche, mejor.
Piel sedienta
La piel también se acatarra: Los catarros son una especie de esponja que le “roba” el agua del tejido cutáneo, causando un déficit de humedad que deja la piel áspera y deshidratada. Si a esta acción secante que provoca la propia enfermedad, le añadimos los efectos de los medicamentos que se toman para paliar sus síntomas, el resultado es una deshidratación que también se traduce en tirantez y descamación.
Rellenar los depósitos de agua
Para alcanzar el objetivo, es recomendable comenzar por una exfoliación suave (salvando las zonas irritadas si las hubiera) con un producto no
invasivo como el Peeling Calm Enzimático CG (48,60€) que retire las células muertas, acelere la renovación celular, reequilibre el pH y prepare el
cutis para recibir los principios hidratantes que necesita la piel para recuperar su nivel de hidratación óptima.
Y apoyarnos en activos como el perhidroescualeno, el ácido hialurónico o el hidroviton que actúan como NMF (Natural Moistutizing Factor) presentes en la Crema Regeneradora CG (39,50€).
Si además mezclamos con 4 gotas de Sérum Bio Nutryl CG (22,50€), cuya fórmula relanza las funciones celulares vitales con un efecto lifting inmediato, el resultado será un rostro libre de sed y repleto de elasticidad y frescura.
Luz apagada
La piel también se acatarra: El apagón de la luminosidad y brillo del cutis es otro de las consecuencias típicas que los trancazos dejan sobre el cutis. Los glóbulos rojos, encargados de transportar el oxígeno vital a las células, generar anticuerpos y ayudar a la producción de energía, ven mermadas sus fuerzas y la asfixia se manifiesta también en el tejido cutáneo, en el rostro.
Encender la piel
Oxigenar es la clave para encender nuevamente la luz del cutis. El Sérum Oxigenante CG (45€) es una auténtica bombona de oxígeno altamente
concentrado, cuya fórmula es capaz devolver al instante la vitalidad al rostro. Solo o mezclando 4 gotas con las cremas habituales, es un tratamiento de choque para iluminar todas las pieles.