«Vivir junto al mar: descubre los pros y contras para las pieles con acné» es un conjunto de recomendaciones que nos gustaría que tuvierais muy en cuenta para afrontar el verano con una salud de vuestra piel del rostro perfecta. A continuación, os dejamos unos puntos clave muy importantes que no debéis pasar por alto.
¿El sol favorece o empeora el acné?
Una creencia muy arraigada es que los problemas de exceso de grasa y acné suelen remitir durante el verano. A priori, los rayos solares ejercen un papel beneficioso para matizar y reducir los males estéticos visibles de las pieles grasas.
Pero hay que tener en cuenta otros factores si no queremos descuidar el cuidado de nuestra piel.
“Al vernos con un mejor tono después de tomar el sol, creemos que el acné está mejorando, pero el primer riesgo que corremos es que cualquier marca que ha provocado en el tejido una espinilla o grano se convierta a continuación en una mancha”, comenta Cristina Galmiche.
Además, “el idilio termina de forma definitiva cuando deja de haber esa exposición que tiene un efecto secante y el acné vuelva a manifestarse con más virulencia”, añade Galmiche.
Rebrotes de acné: ¿por qué se producen?
La producción de grasa se activa constantemente y la propia acción del calor estimula la sudoración y el exceso de sebo. Para tratarlo adecuadamente, hay que limpiar profundamente los conductos excretores de las glándulas sebáceas. Si no, provocaremos que la epidermis se convierta en el mejor caldo de cultivo para la proliferación bacteriana. Así pues, las infecciones acnéicas no tardarán en aparecer.
Por otro lado, las células requieren un empujón para renovar su ciclo vital, ya que las pieles se renuevan completamente cada 28 días. Pero si están sometidas a agresiones externas, como los rayos UV, este proceso natural se ralentiza.
Otro elemento a tener en cuenta es el uso de los fotoprotectores, bien es cierto que imprescindibles, pero manchan la piel.
La razón es sencilla: además de mantener a raya los daños solares conocidos, algunas sustancias contenidas en los filtros solares pueden bloquear el conducto excretor, que es el pequeño canal que comunica la glándula sebácea alojada en la dermis con las capas más exteriores de la epidermis.
Este tapón provoca que la grasa no se libere de manera natural, se enquiste y rompa el equilibrio del manto hidrolipídico.
Limpieza facial contra el exceso de sudoración y de grasa
La extracción minuciosa poro a poro que incluye la oxigenación artesanal de Cristina Galmiche tiene estos beneficios:
- Libera los conductos excretores del sebo sobrante.
- Estabiliza la producción de grasa de las glándulas sebáceas.
- Devuelve el equilibrio al manto hidrolipídico, convirtiéndolo en el mejor escudo de defensa frente a los rebrotes de acné.
Además, la oxigenación se comporta como un activador metabólico al potenciar la respiración celular, drenar toxinas y favorecer el intercambio de nutrientes.
Pros y contras de vivir junto al mar para las pieles con acné y en zonas de sol todo el año para las pieles con acné
El principal beneficio de vivir cerca del mar en el caso de tener acné tiene que ver sobre todo con una sensación agradable como es sentir la piel más hidratada.
Y el lado oscuro de vivir junto al mar y en zonas con 360 días de sol al año tiene inevitablemente otros nombres propios: grasa enquistada, manchas, flacidez, arruguitas, aspereza, sequedad… Por eso, es tan importante reparar el sufrimiento que provoca la exposición al sol y los baños en el mar para alcanzar el bienestar epidérmico.
“No por vivir en el mar el acné va a estar mejor, aunque sintamos nuestra piel más hidratada”, concluye Galmiche.
Doble limpieza e hidratación para el bienestar dermatológico
Junto a la oxigenación, es recomendable complementar el tratamiento en casa con una doble limpieza con los productos limpiadores adecuados y cremas o sérums. Hay que fijarse para que contengan activos que aporten mucha hidratación y regeneren la piel.
Una buena dieta cosmética para las pieles con acné en estas zonas sería nuestro pack de Esenciales de Limpieza Facial Cristina Galmiche combinado con la Crema Balance + y el Protector Solar. Este último está formulado con Aceite de Aguacate, ideal para combatir la segregación de grasa en el rostro. Esto disminuye la aparición de granitos e hidrata en profundidad, sin dejar de ofrecer una alta protección.
Vivir junto al mar para las pieles con acné: El agua del mar, con sus sales volátiles como el yodo, ¿es buena o mala para los brotes de acné?
Ahora llegamos a un punto clave de este artículo: «Descubre los pros y contras de vivir junto al mar para las pieles con acné». Todos hemos oído hablar alguna vez de los beneficios que la sal del mar puede tener en nuestra piel. Numerosos estudios confirman las propiedades antibacterianas que posee. Es cierto que, en el caso de padecer determinadas patologías, como eczemas, psoriasis o acné, los minerales del agua de mar ayudan a hidratar y nutrir.
Sin embargo, la sal de mar (mineral blanco y cristalino, rico en cloruro sódico, magnesio, potasio y yodo) puede también producir irritación y sequedad de la piel. Provocando así una respuesta paradójica y estimulando la producción de grasa.
Según Cristina Galmiche, “el acné no se resuelve con baños en el mar, solo lo silenciamos, pero no lo solucionamos”.
Antioxidantes si tu piel está hipersensible
Las pieles con acné necesitan, tanto o más que aquellas que no tienen este problema, hidratación con fórmulas que incluyan elementos hidratantes como glicerina vegetal y ácido hialurónico que elevan la cantidad de agua.
También, calmantes con polifenoles. Es beneficioso para la piel elegir productos con ingredientes que no irriten, como el aloe vera, la niacidamina, aguas de Rosas y Hamamelis o activos naturales como el Agascalm. Polifenoles como la vitamina E y otros antioxidantes como la vitamina C.
Una forma sencilla de aportar a la piel estos ingredientes la encontramos en los 5 Sérums que hemos formulado para conseguir ese aporte extra de nutrientes. Dos aliados indiscutibles de los cutis con acné serán el Sérum AS Germ y el Sérum Calm.
Vivir junto al mar para las pieles con acné: ¿Y la humedad?
Una cosa son los beneficios en la piel del agua del mar y otra la humedad.
Para Cristina Galmiche, “la humedad te aporta una sensación de confort, pero no resuelve el problema de grasa o de acné, sino que aumenta la producción de sebo, obstruye los poros y facilita la proliferación de bacterias, propiciando la aparición de más granitos”.
No a la saturación
Las personas que viven en climas húmedos deben actuar en dos frentes, por un lado, hay que extremar la higiene día y noche y, por otro, hay que buscar un equilibrio entre el exceso de secreción sebácea y la hidratación de la piel.
Por eso, es recomendable optar por limpiadores suaves, libres de alcohol, grasas y siliconas.
Una vez a la semana se puede utilizar una mascarilla de arcilla cuyas propiedades purificantes y regeneradoras limpien en profundidad la piel y suplan las carencias hidronutrivas de los cutis grasos.
Una piel deshidratada no es lo mismo que una piel seca, a esta le faltan lípidos y está desnutrida, a aquella le falta agua. Las pieles grasas requieren hidratación para evitar que las glándulas sebáceas se protejan generando más grasa.
Conclusión sobre cómo el sol, el agua de mar y la humedad afectan al acné
“Si tienes un exceso de grasa y granitos, debes tener cuidado porque la combinación sol, agua salada y humedad no solo no resuelve el acné, sino que pueden agravarlo añadiendo un problema de marcas y manchas. De ahí la importancia de tener la piel limpia para controlar el acné y evitar las manchas futuras”, concluye Galmiche.